Sí, ser inmortal a veces es aburrido (MUY LIBRE)

No tenía nada que hacer. Era de noche, hacia las tres de la madrugada.
Así que salí de paseo, descalza . No es que tuviese nada contra los zapatos, es más, me encantaban los tacones, simplemente se me olvidó ponérmelos.

Los pasillos estaban desiertos, ronquidos se colaban a través de las puertas de las habitaciones, provocando que yo arrugase mi naricilla con gesto de disgusto.

Al final acabé en un patio, que ofrecía un aspecto siniestro por la noche. Eso me alegró un poco.
Pero también estaba vacío, no había ninguna víctima a la que torturar con visiones esa noche.
Y tampoco se veía a ninguna persona con la que poder divertirse.

Bah, me había ido a una academia de niños buenos. ¿ Cómo se me había ocurrido ir allí?
Ah ya, aburrimiento. Sí, ser inmortal a veces es aburrido.

Me senté en el suelo, con la espalda apoyada en una especie de árbol.
Tenía una flor delante. Era bonita, pero me recordó a esas que siempre salen en los cuentos de hadas. Y yo odiaba los cuentos de hadas.

Así que para entretenerme creé una pequeña llama de fuego, que acerqué a la plantita. La pobre flor se chamuscó lentamente, retorciéndose y formando ángulos enrevesados.

Entonces escuché un ruido que venía de delante de mí, y levanté la cabeza para ver qué o quién era...

Sali a cazar, mi parte lobuna me lo pedia a gritos no me importaba que era en ese momento estaba el animal comandando mis acciones.
Corria por el bosque habia logrado capturar a un par de animales y a un campista desprevenido asi que mi "sed" se habia saciado con ellos. Mi ocico estaba manchado con su sangre ahora. Deje sus cuerpos tirados en donde los habia atrapado y nuevamente me dirigia al internadito. Di un paso y pise una rama seca, gruñi por ello, queria ser silenciosa pero esa simple ramita me habia delatado. Mire al frente y me encontre con alguien jugando al campista haciendo una fogata de una flor. Llevaba en mi boca un bolsito con algo de ropa, ahora estaba tranquila. Me fui hacia el bosque otra ves transforme en humana alli, sali a saludar a la chica ya limpia y pulcra.
-Hola-dije timidamente- lamento si te asuste- dije teniendo cuidado

Y cuando levanté la mirada, me encontré con una joven. Sí, aparentaba más o menos mi edad, pero no era una humana corriente.
Tal vez por eso decídi comportarme, además, quemar la flor me había puesto de un humor casi excelente.

- Hola .

La observé detenidamente, no, definitivamente no era humana. No olía a humana. Su olor tenía un leve matiz de sangre, así que imaginé que tendría algo que ver con vampiros o licántropos.

- No te preocupes, hace falta más que eso para asustarme - dije con una media sonrisa.

Me crucé de piernas a lo indio, todavía sentada en el suelo.

- ¿Tú también te aburrías? - pregunté jugando con un mechón de mi pelo.

Podría haber pasado por un ángel, por el gesto angelical con el que siempre adornaba mi rostro, pero las alas me delataban.
Cara de ángel , alma de demonio - me vino a la cabeza eso, que habría escuchado decir a alguien una vez. No se me podría describir mejor.

Mire atentamente a la chica no parecia una humana comun, parecia angel pero las apariencias engañan. Su olor tampoco parecia de un vampiro o un licantropo. Asi que tenia ya pocas opciones hibrido lo dudaba, elfo tampoco asi que demonio.

Le sonrei y me sente en una roca cerca de donde estaba ella
-Que bueno pues algunos se ponen de mal humor cuando se enojan y no quiero comenzar ya desde mi primer dia con una enemistad- sonrei
-Algo asi sali a cazar-comente a la chica

Pero un gesto extraño me deconcerto salio de ella un gesto angelical impropio de un demonio comun era una de dos hibrida o buena actriz. Descarte el tema pues no era importante ahora.
-¿Te mandaron aqui o estas por voluntad propia?-pregunte a la joven.

Sonreí cuando dudó si sentarse a mi lado o no. Supuse que era porque presentía que yo no era la presencia más benigna de la academia.

- Tranquila -murmuré mientras volvía a hacer aparecer la llamita para seguir chamuscando la flor - Nunca digo que no a un poco de compañía si estoy aburrida.

Me felicité a mí misma por haber captado antes el olor a sangre, ya que había acertado. Ella dijo que venía de caza. Debía ser curioso eso de salir a cazar siempre que tuvieras hambre. Yo directamente me hubiera comido a algún otro alumno humano.

- Estoy por voluntad propia - dije con una pequeña risa entre dientes. ¿Quién iba a obligarme a mí a hacer algo? Más le valía a nadie intentarlo, porque acabaría muy mal - ¿Y tú?

Hablaba sin levantar la vista de la llama, hasta que la flor se convirtió en cenizas y yo apagué la llama.

Mire como volvia a encender a la florcita nuevamente me compadeci de la misma, pobre flor pero asi era la vida ¿no?.

-Que bueno pienso lo mismo-dije mirando a la chica alegremente

-A mi me enviaron aquí-comente- pues soy para ellos peor que mierda por eso no me quieren ni cerca además creo que me lo busque-comente eso ultimo.

Un aura triste comenzó a invadirme recordando cuando ataque a mi hermanito, cuanto lo extrañaba ¿me abra perdonado?

Mire como la flor ahora no era mas que ceniza pensé en hacer algo de viento para extender la misma pero no no lo hice al final.

-Am...- no iba a decir que lo sentía. No era una hipócrita. Una de esas personas que te dicen que lo sienten sin ni siquiera conocerte. Bah, tonterías.

- ¿Qué hiciste para que te mandaran aquí? - sí, yo siempre pillaba las segundas intenciones en las frases. Y estaba claro que detrás de sus palabras había una historia. Y probablemente siniestra, de esas que me gustaban a mí.

La miré fijamente, esperando a que empezase a contarlo. Así al menos dejaría de lado el aburrimiento.